viernes, 21 de septiembre de 2007

La Atlántida: ¿un continente verdadero?

Atlántida (en griego antiguo: Ατλαντίς νησος, Atlantis nēsos, ‘isla de Atlas’) es el nombre de una legendaria isla desaparecida en el Mar Atlántico, delante de las Columnas de Hércules, y que fue mencionada y descrita por primera vez en los diálogos del Timeo y el Critias, dos de los más célebres textos del filósofo griego Platón.

La precisa descripción de los textos de Platón, y el hecho que en ellos se afirme reiteradamente que se trata de una historia verdadera (αλεθινον λογον), ha llevado a que -especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX- se propongan numerosas teorías sobre su ubicación. A pesar de ello, la mayoría de los historiadores opinan que la Atlántida, tal y como la describe Platón, nunca existió. No se descarta, sin embargo, que tras la leyenda pueda haber un fondo de realidad histórica.

Descripción de la isla

Los textos de Platón sitúan la Atlántida frente a las Columnas de Hércules (lugar que todas las fuentes antiguas anteriores a Platón sitúan en el Estrecho de Gibraltar) y la describen como "tierra insular", más grande (o más poderosa) que Libia y Asia juntas. Se señala su geografía como escarpada, a excepción de una gran llanura de forma oblonga o rectangular de 3000 estadios de longitud máxima, con más 2000 desde la costa hacia arriba, y rodeada de montañas hasta el mar. Sobre la mitad (o centro) de la longitud de la llanura el relato ubica un monte o colina, baja por todas partes, distante 50 estadios del mar (aproximadamente, 9,25 km), destacando que fue el hogar de uno de los primeros habitantes de la isla, Evenor, nacido de la tierra, un autóctono.

Según el Critias, Evenor tuvo una hija llamada Clito. Narra este escrito que Poseidón era el amo y señor de las regiones atlantes, puesto que, cuando los dioses se habían repartido el mundo, la suerte había querido que a Poseidón le correspondiera, entre otros lugares, la Atlántida. He aquí la razón de su gran influencia en este país. Este dios se enamoró de Clito, y para protegerla o mantenerla cautiva, hizo excavar tres fosos circulares de agua rodeando a la montaña que habitaba su amada, que fueron alternados a su vez por dos anillos de tierra, quedando de este modo la isla central donde se hallaba la sagrada morada de su amada Clito únicamente accesible para el Dios, pues en aquellos tiempos, los hombres no conocían aún el arte de la navegación. La pareja tuvo diez hijos, para los cuales el dios dividió esa tierra insular atlántica en sus respectivos diez reinos. Al hijo mayor, Atlas o Atlante, le entregó el reino que comprendía la colina de Clito rodeada de los tres fosos circulares de agua y dos anillos de tierra, todos concéntricos; dándole además autoridad sobre todos sus hermanos. En honor a Atlas, todo el país con sus diez provincias fue llamado Atlántida, y el mar que lo circundaba, Atlántico; mientras que a su hermano gemelo -cuyo nombre indígena, Gadeiro, Solón tradujo al griego como Eumelo- le fue otorgada la región que llegaba hasta las Columnas de Hércules, y que en honor a su nombre fue denominada como Gadeira, siendo todavía conocida con este nombre en los tiempos en que Solón visitó Sáis.

Favorecida por Poseidón, la isla de Atlántida era abundante en recursos. Había toda clase de minerales, destacando el oricalco (cobre de monte), una posible aleación natural de cobre y otro metal desconocido que refulgía como el fuego. Extensos bosques proporcionaban ilimitada madera; numerosos animales, domésticos y salvajes, y hasta una raza propia, o endémica, de elefantes; además de copiosos y variados alimentos provenientes de la tierra.

Tal prosperidad dio a los atlantes el impulso para construir grandes obras. Edificaron, sobre la colina rodeada de fosos circulares de agua y anillos de tierra, una espléndida acrópolis plena de notables edificios, entre los que destacaban el Palacio Real y el Templo de Poseidón y Clito. Construyeron un gran canal de 50 estadios de longitud para comunicar la costa con el foso circular de agua exterior que rodeaba la metrópolis; y otro menor y cubierto para conectar el foso circular exterior con la ciudadela. Cada viaje hacia la ciudad era vigilado desde puertas y torres, y cada foso circular de agua y cada anillo de tierra estaba rodeado por un muro. Los muros estaban hechos combinando rocas rojas, blancas y negras, obtenidas de la excavación de los fosos, y recubiertos de cobre, bronce, estaño y oricalco. Finalmente cavaron alrededor de la llanura rectangular, una gigantesca fosa o canal, a partir del cual crearon una red de canales rectos que se entrecruzaban para irrigar todo el territorio de la planicie.

Hipótesis sobre Atlántida

A lo largo de la historia, y en especial tras la llegada a la fama de Ignatius Donnelly, han aparecido numerosas hipótesis y teorías sobre la localización que tuvo la Atlántida y las causas de su desaparición. Algunas de las hipótesis modernas proponen que algunos de los elementos de la historia de Platón se derivan de mitos anteriores, o que se refieren a lugares ya conocidos. Otras usan bases paranormales para localizar la Atlántida o dar explicación a algunos aspectos del mito.

En julio de 2005 se celebró en la isla griega de Milo el primer congreso de las hipótesis sobre la Atlántida, donde la mayoría de los participantes (profesores, licenciados, y doctores de diversas universidades), manifestaron su apoyo a la base histórico-geográfica de la historia de la Atlántida reflejada en los diálogos de Platón. Quedó convocado un segundo encuentro para 2008. La conclusión principal obtenida en la reunión en Milo, la lista de 24 criterios necesarios para la calificación de hipótesis sobre la Atlántida, excluye a gran parte de las hipótesis o teorías actualmente existentes, otorgando solamente posibilidades de un éxito futuro a aquellas hipótesis que más se ajustan a lo descrito por Platón en el Timeo y en el Critias, es decir, el entorno más cercano a las Columnas de Hércules, en el Mar Atlántico. Otra de las consecuencias de esto sería tomar literalmente las palabras usadas por Platón, entre ellas la usada para referirse a la Atlántida, Nêsos, cuyo significado, península, choca con la concepción popular de isla o continente.

Por otra parte, existen opiniones que descartan la Atlántida como una realidad, atributendo al relato de Platón una finalidad metafórica y simbólica más que de historiografía: la doctora Julia Annas, profesora de filosofía de la Universidad de Arizona, se manifiesta así al exponer que:

La continuada industria del descubrimiento de la Atlántida ilustra los peligros de leer a Platón. En él es claro el uso de lo que se ha convertido en un estándar en la ficción - recalcando la historicidad de un evento (y el descubrimiento de desconocidas autoridades hasta el momento) como indicador de que lo que sigue es ficción. La idea es que deberíamos utilizar esta historia para examinar nuestras nociones sobre el gobierno y el poder. Hemos olvidado esto y en lugar de reflexionar respecto a tales asuntos salimos a explorar el lecho marino. El continuado malentendido de Platón como historiador nos permite ver porqué su desconfianza de la escritura imaginativa está a veces justificada.

A la vez, otras opiniones igualmente autorizadas rechazan a la opinión anterior -más generalizada- aduciendo un inexplicable error de interpretación filológica de los propios textos de Platón, y defendiendo que Platón tiene intencionalidad historiográfica y negando la posibilidad de que sea metafórica o simbólica. Al respecto, el Doctor Pedro Amorós, de la Universidad de Murcia, expone las siguientes conclusiones:

"La primera cosa que sorprende al abordar la historia es encontrar todavía en recientes estudios, referiéndose a la narración en general, frases como ésta: «Platón nos lo presenta -el relato de Critias- como un cuento, como un mythos, contado al legislador y poeta ateniense Solón «el más sabio de los siete sabios», por un anciano sacerdote de la diosa Neith en Sais, Egipto». Y precisamente sorprende porque lo que Platón nos presenta no es un mito sino una historia (λόγον) derivada de una antigua tradición (ἐκ παλαιᾶς ἀκοῆς). Es más, en ninguna ocasión Platón utiliza la palabra μῦθος para referirse al relato que está contando... Además, Critias anuncia a Sócrates que lo que va a escuchar es un relato (λόγου) muy singular pero verdadero... se muestra claramente que el objetivo de Platón, en principio, no es narrar un mito inventado (μῦθος πεπλασμένος) sino una «historia antigua», terreno o dominio de la arqueología.

Fuente: http://www.wikipedia.com

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domingo, 16 de septiembre de 2007

El Papiro Tulli: El primer ovni de la historia

Como todos sabemos, han llegado hasta nuestros días los más variados y coloridos papiros, unos más interesantes por su contenido que otros, tal es el caso de este papiro, el llamado "Papiro de Tulli" en honor al encargado de la sección de Egipto del Gran Museo del Vaticano, cuyo contenido vá a resultaros a todos cuanto menos, curioso, por no decir sorprendente...

Hagamos una pequeña presentación del mismo, para saber mejor de qué estamos tratando.Este papiro fué hallado por Boris de Rachewiltz y el documento ha sido fechado en la XVIII Dinastía y los hechos que el mismo papiro relata acontecieron bajo el reinado del gran Tutmosis III, y nos los describen como aquí sigue:

"En el año 22, tercer mes de la estación de peret (la germinación) en la hora sexta del día (14 h.) [...] dos escribas de la Casa de la Vida vieron un círculo de fuego que estaba viniendo por el cielo. No tenía cabeza. Su olor era desagradable. Entonces, ellos tuvieron miedo y huyeron, [...] y fueron a decírselo a Su Majestad. Todo está recogido en la Casa de la Vida. Su majestad reflexionó sobre lo que había pasado. Han transcurrido muchos días después de lo ocurrido [...] Son numerosos al igual que todo [...] Ellos brillan en el cielo como el Sol lo hace sobre las cuatro columnas que sujetan el cielo. [...] Entonces los círculos de fuego [...] El ejército del rey estaba (en aquel lugar) y Su Majestad los vio (con sus propios ojos). Esto sucedió después de la hora de la última comida. Allí arriba (en el cielo), ellos se marcharon hacia el sur. Del cielo cayeron peces y aves [...] algo inaudito desde el comienzo de los tiempos. Su majestad colocó incienso para apaciguar a Amón Ra, Señor de las Dos Tierras [...] en un documento de la Casa de la Vida [...] eternidad".

Pues bien, leído esto podemos pensar, que los hechos que aquí nos relatan, bien podrían referirse a algún tipo de suceso meteórico (desconozco si la cáida de meteoritos vá acompañada de sulfuro, o algo similar que se corresponda con un desagradable olor...).No sería la primera vez que un texto alude a algún tipo de acontecimiento estelar, de hecho, que Egipto fué blanco de numerosas caídas meteóricas no es cosa nueva, a juzgar por la cantidad de lingotes de hierro meteórico y los variados objetos realizados sobre este extraño material encontrados en algunas tumbas como la del niño Tut y muy anteriores ya por el Imperio antiguo...(Sin olvidarnos del propio disco del príncipe Sabu que ya tiene tema propio en este foro...).Sin embargo, ciertos puntos del texto, nos descolocan la hipótesis meteórica con palabras como "ellos" por ejemplo, y que nadie se escandalice, que eso de "ellos" es verdad que suena un poco como a "Los Otros" de Amenábar si, pero ahí está, que no lo digo yo...Aunque bueno, también podría ser, que la traducción esté mal hecha, cosa, que tampoco tendría que sorprendernos tanto si tenemos en cuenta que todavía hoy hay cientos de símbolos y palabras cuyo significado deconocen las reses sagradas como les dice Semmat, todo sea que el texto realmente nos esté hablando de patatas, y nos hayan enchufado algo que nada tiene que ver...

Fuente: http://egipto.com/cgibin/forum2004/showthread.php?t=1128

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